Me sorprende como algunos opinantes de la izquierda dura beatifican al jubilado Fidel. Si se tratase de un tirano derechista le hubieran dado harto palo por sus crímenes. Siempre el diferente rasero. Pero ¿sabía usted que Castro le calentó el agua a la sanguinaria dictadura argentina?
Hace algunos meses, varios festejaron cuando una fiscal italiana citó a Morales Bermúdez, involucrándolo con el Plan Cóndor. ¿Qué dirían si descubren que su barbado tótem estuvo en arrumacos con lo peor de la jauría derechista sudamericana? Y es que quizás lo que los filocastristas locales no sepan es que a pesar de la brutalidad de la dictadura argentina de los 70, los milicos gauchos y Castro andaban en buenas migas. Mientras Videla masacraba gente, los cubanos importaban $357 millones de pesos de mercancía argentina entre 1976 y 1978. Cuba se hizo de la vista gorda mientras miles de argentinos morían por la represión. Todavía más, según la politóloga Kezia Mc Keague la cercanía a Cuba les ahorró a los líderes comunistas argentinos la persecución y permitió que el partido mantuviera su oficina en el país. En respuesta, Castro puso fin al apoyo de grupos guerrilleros en la Argentina.
Y fue, precisamente, Cuba quien con todo su peso influyó en los No-Alineados para evitar una condena a la Argentina. Hasta la Administración Carter refirió que los argentinos y los cubanos cabildeaban juntos desde fuera de la ONU para evitar una condena internacional. Se estructuró todo un lobby cubano-moscovita de defensa a la dictadura de Videla.
Quizás algunos desmemoriados olvidan, también, que por esos años se celebró en La Habana un Congreso sobre la situación de los Derechos Humanos en América Latina, cuya declaración final excluyó extrañamente la violación de derechos humanos en la Argentina. Según el intelectual argentino Juan José Sebreli cuando la Comisión de Derechos Humanos reunida en Ginebra propició una condena a la dictadura militar argentina, incluyendo el tema de los desaparecidos, fue Cuba la que se opuso con mayor vigor (de mano de Moscú, principal importador de granos argentinos). ¿Pragmatismo puro o comunistas y anticomunistas cuidándose las espaldas?
El pragmático Videla además amplió los créditos concedidos a Cuba desde 1973 (año de inicio de gestiones para la firma de convenios comerciales con La Habana). Quizás los castristas criollos olvidan también que Cuba invitó a Videla a la Reunión de Países No Alineados en La Habana. Claro que el dictador gaucho envió, para eludir rumores, a su subsecretario de Relaciones Exteriores, Carlos Cavándoli.
Fidel y Videla: dos especímenes ideológicos, la misma entraña.
Raúl Mendoza Cánepa
1 de Marzo de 2008
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