Carlos D Toledolabarca 5 de octubre de 2010Parte I
En el presente, con meses ya del gobierno de don Sebastian Piñera y la Alianza por Chile,podemos aunar elementos cruciales que nos permiten comprobar la realidad que vive Chile.
La izquierda gobernando mediante la Concertación de partidos que incluye la DC y con la concomitancia de ciertos sectores de derecha, llevó al país desde el liberalismo económico y social heredado del Gobierno Militar, a un neomercantilismo el que desgraciadamente nos hace recordar los primeros avances capitalistas en los tiempos de la revolución industrial. Los robustos cimientos de nuestra Institucionalidad han sido el freno para evitar la tranformación política del Estado.
La liberación lenta y paulatina de los medios de comunicación que el nuevo gobierno impulsa, nos ha permitido conocer la realidad, de que por mucho manejo mediático que la izquierda imprimió a su dirección gubernamental aparentemente positivo del Estado. esta fue deficiente.
Ellos no le hicieron bien al país, claramente con el terremoto y Tsunami pasados se comprueba esto que se afirma.
Decir que la izquierda usó la administración del Estado para su provecho y antojo, con el consiguiente perjuicio de grandes conglomerados sociales de Chile es indesmentible. A nadie le caben dudas que en los 20 años pasados, al igual que antaño el capitalismo es controlado y asfixiado en forma mercantil, por políticos, monopolistas internacionales, y grupos económicos chilenos en forma salvaje sin rostro humano.
El accidente de la mina San Jóse, en el que 33 mineros fueron sepultados por un derrumbre comprueba, como la actividad económica “cautiva” infama toda actividad humana que debe desarrollarse en condiciones de libertad.
Cuando la actividad económica es desarrollada por medianos empresarios y sus trabajadores , como lo son la Compañia Minera “San Esteban”, y deben competir en injustas condiciones con los grandes monopolios mineros, y conciben su actividad económica como un medio con el que se deben obtener ganancias abaratando costos y sin contar con los altos riesgos en que se incurre, los resultados de cualquier actividad empresarial resultan deficientes y peligrosos.
Como una primera conclusión, aseveremos que el Estado liberal chileno, en dos aspectos fundamentales de su actividad, lo social y lo económico, ha sufrido fuertes retrocesos, que por un lado favorecen a los ricos en Chile, y obviamente por el otro, a perjudicado a la mayoría de los chilenos, y todos esto gracias a la antipatriótica actividad de la izquierda, y sus comparsas al servicio del neomercantilismo.
Decir que la izquierda usó la administración del Estado para su provecho y antojo, con el consiguiente perjuicio de grandes conglomerados sociales de Chile es indesmentible. A nadie le caben dudas que en los 20 años pasados, al igual que antaño el capitalismo es controlado y asfixiado en forma mercantil, por políticos, monopolistas internacionales, y grupos económicos chilenos en forma salvaje sin rostro humano.
El accidente de la mina San Jóse, en el que 33 mineros fueron sepultados por un derrumbre comprueba, como la actividad económica “cautiva” infama toda actividad humana que debe desarrollarse en condiciones de libertad.
Cuando la actividad económica es desarrollada por medianos empresarios y sus trabajadores , como lo son la Compañia Minera “San Esteban”, y deben competir en injustas condiciones con los grandes monopolios mineros, y conciben su actividad económica como un medio con el que se deben obtener ganancias abaratando costos y sin contar con los altos riesgos en que se incurre, los resultados de cualquier actividad empresarial resultan deficientes y peligrosos.
Como una primera conclusión, aseveremos que el Estado liberal chileno, en dos aspectos fundamentales de su actividad, lo social y lo económico, ha sufrido fuertes retrocesos, que por un lado favorecen a los ricos en Chile, y obviamente por el otro, a perjudicado a la mayoría de los chilenos, y todos esto gracias a la antipatriótica actividad de la izquierda, y sus comparsas al servicio del neomercantilismo.
