"Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos."

"Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos."

La violencia es el miedo a los ideales de los demás. La humanidad no puede librarse de la violencia por medio de más violencia. No me gusta la palabra tolerancia pero no encuentro otra mejor. Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena. La verdad jamás daña a una causa justa. Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en èl. Un país, un civilización se puede juzgar por la forma en que trata a los animales. Los medios impuros desembocan en fines impuros. La verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo. ¿Que otro libro se puede estudiar mejor que la Humanidad?

Todo lo que se come sin necesidad se roba al estomago de los pobres. Los grilletes de oro son muchos peor que los de hierro. El que retiene algo que no necesita es igual al ladrón. Casi todo lo que realicé es una insignificancia, pero es muy importante que lo hiciera. Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia. El capital no es un mal en sí mismo, el mal radica en el mal uso del mismo. Gandhi


jueves, 23 de diciembre de 2010

Voltaire y otros feroces contras de la Iglesia murieron Católicos.

Publicado el por carlosjosebsantos

UN 30 DE MAYO DEL AÑO 1778

La investigación de documentos antiguos siempre depara sorpresas. La última me ha salido al paso mientras hojeaba el tomo Xll de una vieja revista francesa, Correspondance Littérairer, Philosophique et Critique (1753-1793), monumento inapreciable y riquísimo para conocer el siglo de las luces y los comienzos de la gran Revolución.

Todos sabemos quién fue Voltaire: el peor enemigo que tuvo el cristianismo en aquel siglo XVIII, en el que tantos tuvo y tan crueles. Con los años crecía su odio al cristianismo y a la Iglesia. Era en él una obsesión. Cada noche creía haber aplastado a la infame y cada mañana sentía la necesidad de volver a empezar: el Evangelio sólo había traído desgracias a la Tierra.

Manejó como nadie la ironía y el sarcasmo en sus innumerables escritos, llegando hasta lo innoble y degradante. Diderto le llamaba el anticristo. Fue el maestro de generaciones enteras incapaces de comprender aquellos valores superiores al cristianismo, cuya desaparición envilece y empobrece a la humanidad.

Pues bien, en el número de abril de 1778 de la revista francesa antes citada (páginas 87-88) se encuentra uno nada menos que con la copia de la profesión de fe de M. Voltaire. Literalmente dice así:

«Yo, el que suscribe, declaro que habiendo padecido un vómito de sangre hace cuatro días, a la edad de ochenta y cuatro años y no habiendo podido ir a la iglesia, el párroco de San Sulpicio ha querido añadir a sus buenas obras la de enviarme a M. Gautier, sacerdote. Yo me he confesado con él y, si Dios dispone de mí, muero en la santa religión católica en la que he nacido esperando de la misericordia divina que se dignará perdonar todas mis faltas, y que si he escandalizado a la Iglesia, pido perdón a Dios y a ella.»

Firmado: Voltaire, el 2 de marzo de 1778 en la casa del marqués de Villete, en presencia del señor abate Mignot, mi sobrino y del señor marqués de Villevielle. Mi amigo». Firman también: el abate Mignot, Villevielle. Se añade: «declaramos la presente copia conforme al original, que ha quedado en las manos del señor abate Gauthier y que ambos hemos firmado, como firmamos el presente certificado. En París, a 27 de mayo de 1778. El abate Mignot, Villevielle».

Que la relación puede estimarse como auténtica lo demuestran otros dos documentos que se encuentran en el número de junio de la misma revista -nada clerical, por cierto,- pues estaba editada por Grimm, Diderot y otros enciclopedistas.

Voltaire murió el 30 de mayo de 1778. La revista le ensalza como «el más grande, el más ilustre, quizá, ¡ay!, el único monumento de esta época gloriosa en la que todos los talentos, todas las artes del espíritu humano parecían haberse elevado al más alto grado de perfección»

La familia quiso que sus restos reposaran en la abadía de Scellieres. El 2 de junio, el obispo de Troyes, en una breve nota, prohibe severamente al prior de la abadía que entierre en sagrado el cuerpo de Voltaire. El 3 responde el prior al obispo que su aviso llega tarde, porque -efectivamente- ha sido enterrado en la misma abadía.

La carta del prior es larga y muy interesante por los dalos que aporta. He aquí los que más nos interesan ahora: La familia pide que se le entierre en la cripta de la abadía hasta que pueda ser trasladado al castillo de Ferney. El abate Mignot presenta al prior el consentimiento firmado por el párroco de San Suplicio y una copia -firmada también por el párroco- «de la profesión de fe católica, apostólica y romana que M. Voltaire ha hecho en las manos de su sacerdote, aprobado en presencia de doa testigos, de los cuales uno es M. Mignot, nuestro abate, sobrino del penitente, y el otro, el señor marqués de Villevielle (…) Según estos documentos, que me parecieron y aún me parecen auténticos -continúa el prior-, hubiese creído faltar a mi deber de pastor si le hubiese rehusado los recursos espirituales (…) Ni se me pasó por el pensamiento que el párroco de San Suplicio hubiese podido negar la sepultura a un hombre cuya profesión de fe él había legalizado (…). Pienso que no se puede rehusar la sepultura a cualquier hombre que muera en el seno de la Iglesia (…) Después de mediodía, el abate Mignot ha hecho en la iglesia la presentación solemne del cuerpo de su tío. Hemos cantado las vísperas de difuntos; el cuerpo permaneció toda la noche rodeado de cirios. Por la mañana, todos los eclesiásticos de los alrededores (…) han dicho una misa en presencia del cuerpo y yo he celebrado una misa solemene a las once, antes de la inhumación (…) La familia de M. Voltaire partió esta mañana contenta de los honores rendidos a su memoria y de las oraciones que hemos elevado a Dios por el descanso de su alma. He aquí los hechos, monseñor, en la más exacta verdad».

Así parece que pasó de este mundo al otro aquel hombre que empleó su temible y fecundo ingenio en combatir ferozmente a la Iglesia.

La Revolución trajo en triunfo los restos de Voltaire al panteón de París -antigua iglesia de Santa Genoveva-, dedicada a los grandes hombres. En la oscura cripta, frente a la de su enemigo Rousseau, permanece hasta hoy la tumba de Voltaire con este epitafio:

«A los Manes de Voltaire. La Asamblea Nacional ha decretado el 30 de mayo de 1791 que había merecido los honores debidos a los grandes hombres».

Carlos VALVERDE
Catedrático de Filosofía
Publicado en YA, día 02/06/1989
Tomado de Arvo.net

Hay personas que han ido por el mundo de agnósticas y antirreligosas, como el caso del que fue alcalde de Madrid, Tierno Galván, y que en los últimos tiempos se convirtió. Tenía dudas al respecto aunque me habían llegado rumores de que sí y a pesar de los que le rodeaban. Lo contó el anterior alcalde, Álvarez del Manzano, que por aquella época era concejal. Cuando Tierno estaba hospitalizado hizo llamar a Manzano. Éste creyó que era por asuntos del Ayuntamiento, pero Tierno le pidió que lo instruyera en los mandamientos, sacramentos, etc. y él lo fue haciendo así. La cosa no ha tenido mucho bombo.

La otra, más compleja es de 1952. Una joven religiosa de las Siervas de Jesús cuidaba a un enfermo por la noche para que su hija, viuda con cuatro hijos, pudiera descansar. Este señor maltrataba verbalmente a la monja porque no quería tenerla allí. La religiosa con mucha paciencia, mortificación y oración, poco a poco hizo caer la resistencia. Había llegado a decirle que no quería su presencia allí porque era masón -se lo mostró con documentos- aunque nunca había profanado la Forma. No obstante la monja siguió atendiéndole, hasta que dos meses más tarde le confió su vida e hizo llamar a un sacerdote que conocía de su juventud. Este señor -hay que pensar que le veló durante bastante tiempo- le dijo a la monja que guardara silencio, (esto le supuso mucho a la religiosa).

Cuando fue concejal de Valencia o de un pueblo, durante la guerra civil (o al principio d ela república, no recuerdo) para evitar que profanaran la imagen De Ntra. Sra. de los Desamparados la encerró con llave en un armario de su despacho. A principios de la guerra un grupo de no recuerdo qué logia propuso quemar un edificio donde estaba el cadáver de la Madre Petra, fundadora de las Madres de Desamparados y de San José de la Montaña. Él propuso sacar el cadáver y así recorrieron durante varios días buscando un sitio con un carro hasta que por fin lo enterraron en un lugar cuyo emplazamiento fue desconocido totalmente -todo el mundo hasta que se descubrió pensó que lo habían quemado- y lo refirió pormenorizadamente.

Pidió que no le visitaran sus amigos y él mismo así lo dispuso para evitar “interferencias”. Su propia hija también ignoraba la condición de su padre. Lo cierto es que el hombre vivió santamente los últimos días de su vida y murió confortado con los sacramentos.

Este hecho fue referido en los años ochenta para recuperar los restos mortales de la fundadora, Madre Petra, y se pudieron localizar inmediatamente. Posteriormente fue beatificada.

Me imagino que lo anterior figurará ¡bien escrito! en la positio de la beatificación de la Madre Petra.

Toñi (www.eltestigofiel.org)

No sé hasta que punto es conocida la conversión, en sus últimos días de Azañam, el jefe del gobierno “republicano” durante la guerra civil española y responsable más o menos directo (no conozco detalles) de tantas barbaridades…

Pero tenia una hermana monja que ofrecía todas sus oraciones por la conversión de su hermano. Fue en sus últimos días que quiso confesarse -en su exilio de Francia, y pidió público entierro católico, que se realizó a pesar de la fuerte oposición de sus próximos colaboradores políticos.

Marycruz

Las vidas que despidió la habitación 417


SOR MERCEDES, LA MONJA QUE ACOMPAÑÓ AL PINTOR BACON EN SU ÚLTIMA SEMANA DE VIDA, NOS CUENTA AQUELLAS HORAS Y LA HISTORIA DE LA HABITACIÓN DONDE FALLECIÓ. EN LA 417 MURIÓ TRYONE POWER. Y TIERNO GALVÁN BUSCÓ A DIOS CUANDO SE MORÍA. AZNAR ESTUVO 48 HORAS TRAS EL ATENTADO
LUIS A. ALVAREZ
Que cómo me entendía con el señor Bacon? Una persona enferma se hace comprender muy bien, el lenguaje de la comprensión y el cariño es universal». Las palabras de sor Mercedes, apenas susurradas, rompen el incómodo silencio de la habitación 417. Fuera, el ruido de Madrid se hace ensordecedor. Dentro reina la paz. Lo que cualquier enfermo necesita, lo que se le dio hace ya 17 años al artista irlandés. Lo sabe bien la hermana de los Siervos de María. Mercedes.
Sor Mercedes y sus 30 años entregada a los enfermos que pasan por la lujosa habitación -quizás los 50 metros cuadrados con más historia de los hospitales españoles- de la clínica Ruber de Madrid. Sor Mercedes y Francis Bacon, a pesar de que a ella no le gusten sus cuadros. Esas pinceladas sobre pesadillas de la condición humana que estos días cuelgan en el Museo del Prado.En la pinacoteca resucita el artista que dejó de respirar el 7 de abril de 1992, a los 82 años. Con la voz de Mercedes está el retrato del hombre enfermo. «Le sobrevino de repente un ataque de asma agudo, con una parada respiratoria. La muerte fue súbita».
La 417 es la habitación con la que casi se tropieza nada más salir del ascensor quien visita la cuarta planta de la clínica.Tras pasar la aséptica puerta de entrada nos encontramos el recibidor que nos indica que estamos más cerca de una suite de hotel que de una desangelada habitación de hospital. El apartamento, distribuido en unos 50 metros cuadrados, poco ha cambiado en los 70 años de existencia de la clínica: con sala de estar, dos baños, y tres grandes ventanas que dan a Juan Bravo esquina con General Díaz Porlier, conserva el mismo color crema de tono pastel en las paredes, aunque el mobiliario y la decoración sean hoy distintos.
Antes, cuadros de paisajes; ahora, serenas composiciones abstractas.Hace 60 años una radio de onda media ocupaba el lugar donde hoy se encuentra una televisión de plasma de última generación.
La habitación 417 tiene su historia... y su luto: el actor Tyrone Power, el alcalde Tierno Galván... Sor Mercedes, de alguna forma, es su ángel guardián. Menuda, de voz débil y dulce por la que asoma un acento de sabor andaluz, hábito blanco inmaculado, gafas redondas de miope, pero con una mirada viva que desconcierta cuando revela sus 60 años de existencia, sor Mercedes, sí, cuidó del célebre pintor cuando éste ingresó en urgencias aquejado de un ataque de asma. Primavera del 92. El artista se encontraba en Madrid porque presentaba una exposición esos días en la galería Malborough de la capital -hay quien dice que también vino a intentar salvar la relación con su pareja, un jovencísimo español de alta cuna llamado José-, cuando le sobrevino la enfermedad.
Sor Mercedes tiene que hacer un esfuerzo para recordar a Francis Bacon, a la persona que se escondía detrás de su enfermedad -«es que yo recuerdo las enfermedades, me acuerdo si están aquejados del hígado o del estómago, pero de la persona me cuesta más», alega la enfermera-, aunque finalmente rememora. «Vino solo, porque estaba de paso. En la semana que estuvo mejoró, pero le sobrevino de repente una ataque de asma agudo...». Muerte súbita.
Aún hoy sor Mercedes reconoce que entonces no sabía que aquel ocupante de la 417 era uno de los artistas capitales del arte del siglo XX. Aunque ella tenga otro criterio: «No me gusta su obra. Creo que fue una persona atormentada, angustiada, que no ve la belleza de la vida, todo lo ve tétrico. Me parece que fue alguien que no se aceptó a sí mismo».
La memoria de la religiosa aflora mientras sobre Madrid descarga una nube más. «No llegamos a tener servicios religiosos, aunque fue muy respetuoso y delicado», explica ella con suavidad. El dato contrasta con la pulsión existencial que inunda toda la obra de Bacon, un creador que parece llevar al límite la máxima nihilista -y algo escatologica, todo sea dicho- de «entre orina y heces nacemos» que decía el sabio cristiano.
Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid y agnóstico practicante sí que se entregó, en el mismo lecho donde 6 años después estaría Bacon, a la llamada de la fe. Mientras fuera se concentraban de manera espontánea los vecinos de Madrid para animarle a su pronta recuperación, el viejo profesor mantenía una reunión de dos horas con el obispo para recibir la extrema unción. Suena, quizá, a aquélla resignación tan hispana del «que sea lo que Dios quiera». «Del ateísmo a la fe el espacio vital que hay en una situación existencial límite como es el momento de la muerte es tan chiquitito que apenas se percibe. Eso se nota en el ambiente, hay una lucha interior profunda difícil de traducir en palabras», asevera la religiosa al recordar los últimos días de vida del profesor en la habitación 417. Los multitudinarios fastos del funeral comenzaron cuando el cuerpo del político socialista, ya difunto, salía de la clínica.
Con los pies por delante también abandonó la 417 el actor estadounidense Tyrone Power. Como a Bacon, la enfermedad le sorprendió durante una visita a la capital de España. Era el año 1958 y el intérprete de Al filo de la navaja rodaba aquí, junto a Gina Lollobrigida, otra obra descomunal: Salomón y la reina de Saba.
Tyrone, al que le tumbó finalmente un infarto, apenas pasó unas horas en la célebre suite. La cama desde entonces, ha cambiado.El antiguo lecho era de hierro y sábanas de hilo. Quizá en el lapso en que estuvo ingresado fue capaz de alimentarse con la vieja cubertería de plata, marca de la casa.
Ex presidentes como José María Aznar -que pasó 48 horas en observación en la habitación tras el atentado que sufrió en abril de 1995- o Alfonso Suárez; folclóricas como Marujita Díaz o la desaparecida Lola Flores, aristócratas y gente del mundo de la cultura, forman parte de esta silenciosa Historia de dolor y esperanza donde la mirada ascética de sor Mercedes sigue aguardando.
CUIDADOS. Sor Mercedes sentada en la habitación 417, donde murió Francis Bacon hace 17 años, junto a un retrato del artista sobre la cama. / ANTONIO XOUBANOVa\\

Benedicto XVI considera "equivocado" afirmar que el Papa es infalible domingo 21 de noviembre, 8:31 AM


Ciudad del Vaticano, 21 nov (EFE).- Benedicto XVI considera "equivocado" afirmar que el Papa es infalible, "ya que un Pontífice también se equivoca", afirmación que se une a la justificación que ha hecho del uso del preservativo "en algunos casos" y que suponen un "giro clamoroso" en el Pontificado, según observadores vaticanos.

El Papa Ratzinger también ha asegurado que nunca pensó en que sería elegido Pontífice y que aunque Dios le da fuerzas para seguir, se da cuenta de que a sus 83 años "las fuerzas van disminuyendo".

Joseph Ratzinger así lo cuenta en el libro-entrevista "La luz del mundo. El Papa, la iglesia y las señales del tiempo. Una conversación con el Santo Padre Benedicto XVI", del escritor Peter Seewald, que saldrá el 23 de noviembre y del que hoy la prensa italiana publica algunas páginas, después de que el Vaticano adelantara ayer un extracto.

Además de justificar el uso del preservativo "en algunos casos", la primera vez que un Papa lo hace, Benedicto XVI afronta en el libro otros aspectos del papado, de la Iglesia, de su vida, del momento de su elección.

Así, preguntado si "verdaderamente el Papa es infalible, un soberano absoluto, cuyo pensamiento y voluntad son ley", Benedicto XVI responde, de manera categórica: "eso es una equivocación".

Según Benedicto XVI, el Papa se comporta "como cualquier otro obispo" y sólo en determinadas condiciones "cuando la tradición es clara y se sabe que no se actúa arbitrariamente, entonces puede decir que esa cuestión determinada es fe de la Iglesia".

"Obviamente, el Papa puede equivocarse, ser Papa no significa considerarse un soberano colmo de gloria, sino uno que da testimonio de Cristo crucificado".

La infalibilidad del Papa, aprobada por el Concilio Vaticano I, es uno de los puntos que separan a las Iglesias Católica y Ortodoxa.

En el libro, según lo conocido hoy, Benedicto XV cuenta que en el Cónclave de 2005, para elegir el sucesor de Juan Pablo II, estaba "seguro" de que el cargo no estaba destinado a él y convencido de que Dios, "después de tantos años de fatiga", le habría concedido "un poco de paz y tranquilidad".

"La única cosa que pensé (cuando fue elegido) fue: evidentemente la voluntad de Dios es otra".

También recuerda que en los minutos después, en la llamada "Habitación de las lágrimas" (aneja a la Capilla Sixtina, lugar del cónclave, donde se retiran en meditación los papas elegidos) se dirigió a Dios y le dijo: "¿Que me estás haciendo? Ahora el responsable eres tú. Me tienes que dirigir. Yo no soy capaz y si Tú me has querido, ahora me tienes que ayudar".

Asegura que "no sabe" si Juan Pablo II lo quiso como su sucesor y que cree que el Papa Wojtyla lo dejó todo en manos de Dios.

Sobre los cambios en el mundo a partir de la Revolución del 68, el Papa cuenta que desde ese año la fe cristiana ha entrado en contraste con un nuevo proyecto de sociedad "y ha tenido que soportar ataques y poner resistencia ante una generación marxista que ponía en entredicho a todo Occidente".

El diario vaticano, L'Osservatore Romano", adelantó ayer otras páginas del libro, destacando la posición del Papa sobre el preservativo, cuyo uso justifica "en algunos casos", aunque insiste en que no es la "verdadera" manera para combatir el sida, "ya que es necesaria -reitera- una humanización de la sexualidad".

Según el Papa Ratzinger "concentrarse sólo" en el preservativo significa "trivializar" la sexualidad, "aunque pueden haber algunos casos justificado, por ejemplo cuando una prostituta utiliza un profiláctico".

"Ello puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad, consciente de que todo no está permitido y no se puede hacer todo lo que uno quiere", afirma.

Sobre esta "apertura" al condón, el director de L'Osservatore Romano, Giovanni María Vian, dijo hoy a Corriere della Sera", que la doctrina "en sí no cambia, que la moral católica es contraria al uso del preservativo" y que las palabras de Benedicto XVI son "el realismo de pastor".

Aseguró que la Iglesia y el Papa "sufren prejuicios tenaces" y que el libro sirve para echarlos por tierra".

Y agregó que si se representa a la Iglesia "como cerrada, retrógrada, despiadada, sorda, enemiga de los hombres", las palabras del Papa suponen "un cambio clamoroso", aunque precisó que la Iglesia nunca ha sido eso.

En el libro el Papa también afirma que no le pillaron "del todo" por sorpresa los escándalos de clérigos pederastas, pero la dimensión del escándalo sí ha sido "un shock enorme".

Sobre la presencia de la mujer en la Iglesia, el Papa afirma que la Iglesia "no tiene facultad alguna" para poder ordenar mujeres sacerdotes. EFE

lunes, 20 de diciembre de 2010

Porque son simplemente cobardes....


Y en el caso de la izquierda no estoy hablando de aquella cobardía que hace que “tiriten los pantalones” por miedo, esa es normal. No, estamos refiriéndonos a aquella cobardía de los apologistas y de los que se atreven con acciones de terrorismo y violencia, en la contingencia social y política en nuestras sociedades . Se trata de aquella cobardía que ha convertido a la ideología izquierdista en una aberración social.


Es la cobardía de la pasión sin afecto, aquella que transforma a las personas y los hace instrumentos de otros, sin saber, y sin querer al principio. Y lo que es más deleznable de esta cobardía es que esta ideología empuja, a quienes la viven y practican, a no poder y a no querer afrontar con la debida responsabilidad las situaciones negativas que se producen.


En este caso no podemos hablar que esta es una cobardía del orden genético, ningún ser humano nace malo, o adoctrinado con la izquierda, este es un asunto estrictamente de transformaciones producidas en los individuos debido a la influencia de otros, es decir el “carácter adquirido”, y obviamente la influencia del medio ambiente. En donde iniciativas y actividades quedan subordinadas a la voluntad de otros.

Quién no conoce todas las instancias que son aprovechadas por aquellos que como Altamirano y Salazar, los sujetos referidos en esta columna,han venido usando a quienes creen y confían en ellos como personas y líderes.


Esta cobardía debe ser nuestra preocupación porque la mayoría que es influenciada por ella, son “débiles de voluntad”, porque aún siendo que la pobreza de espíritu, resulta en el ser humano común en un engrandecimiento de sus facultades y el trato social al salir de ella, el adoctrinamiento izquierdista produce el efecto contrario.


Esta cobardía consideresmola conforme a lo que hemos sufrido de las consecuencias de las acciones de la izquierda, es una cobardía oportunista, cómoda e interesada, ya que el reflejo de ella, son todos los conflictos, tramas, dramas y sacrificios que ha tenido que soportar Chile primero, y la humanidad.

Cobardemente han asesinado, han revolucionado pueblos enteros, genocidios, persecuciones religiosas manteniendo vigente la idea que todo se ha hecho por hacer que las personas se adapten al izquierdismo,y acepten las “revoluciones sociales”que ha engendrado.

Y lo peor de todo en esto es, que cobardemente proclaman que todo se ha hecho por “liberar” las sociedades, de la explotación y la opresión.


Cuando son descubiertos en su cobardía, ocultan la “cabeza en la tierra como la avestruz” figura que en este caso, viene a significar en el hecho, solamente tragedias. Porque escriben, conferencian, producen películas, documentales, primero haciéndose las víctimas, segundo demonizando y estigmatizando a sus enemigos, y para nombrar una tercera, aunque existen más, son capaces de aliarse con quien sea a fin de ocultar sus cobardías.


No pensemos que los más recalcitrantes y adoctrinados han perdido la conciencia total de su cobardía. Estos personajes a sabiendas continúan en su derrotero, saben que sus actos traen consecuencia, incluso en estos tiempos de grandes avances utilizan todos los medios a su disposición para “medir las consecuencias”. Y así planifican y calculan como cobardemente podrán salir indemnes de sus actos, deslizando las culpabilidades y responsabilidades a otros.

Estos cobardes a pesar de que están dotados de todos los dones que como seres humanos normales poseemos, no los usan, a sabiendas prefieren terminar siendo personajes de baja valía moral, intelectualmente figurones y aclamados, pero en el fondo son mediocres, porque los reconocimientos y la admiración, mayoritariamente se gestan entre sus afines.

Ciertamente han existido y existen algunas excepciones, mas de los personajes izquierdistas que habitualmente nos toca discutir en estos foros, son en definitiva cobardes contumaces, que más que juicio regular, merecen toda con miseración existente lástima y perdón.


Porque después de todo las Ciencias Sociales y una de sus ramas, la Historia, tarde o temprano los ha dejado y/o los dejará al descubierto.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Y va morir en Chile.

¿Quién no?... si tiene hasta jubilación como ex- parlamentario...

Habría sido mejor morir en Chile... que vivir aquí pensando... y pensando... “le dijo en 1989 Carlos Altamirano desde su exilio en Paris a Patricia Politzer, autora del libroAltamirano. Dieciocho años después, el ex secretario del Partido Socialista, el amigo de Salvador Allende y una de las figuras mas radicales del gobierno de la UP ya no piensa lo mismo. “Después de todo ha sido grato haber vuelto a Chile y vivir en este pequeño jardín con una vista maravillosa a la cordillera”, dice con cierta melancolía desde su casa en La Florida.

Uno de los personajes más controvertidos de la izquierda chilena sindicado por sectores de derecha e izquierda como el gran responsable del fracaso del gobierno de Allende, Altamirano (84) es aún un hombre desgarrado por el pasado. “Yo soy el fantasma del gobierno de Allende”, dice sin rodeos. Y vuelve a aparecer la molestia, y el enojo, cada vez que se le pregunta si fue su intransigencia lo que gatilló el derrumbe del proyecto de la UP. “Todavía me sigo preguntando cuenta, por que despierto tanta curiosidad, pese al paso del tiempo. Cada vez que entro a un restaurante o a un lugar público percibo la atención, y a veces, aunque no muchas, la hostilidad que concito”.

Hombre de contrastes, el mismo que en los 70 llamaba a “avanzar sin transar” y era un fervoroso admirador de la revolución cubana, en los 80 se convirtió en el padre de la renovación socialista. Fue el último de los personeros de la UP en volver del exilio y desde que aterrizó en 1991 se sumió en el ostracismo político.

Pese a ello, aún se percibe en él al animal político. Sigue con ojo atento lo que pasa en el mundo y tiene opinión formada de la mayoría de los temas públicos. “Yo no creo en la democratización de la derecha”, dice, agregando con ironía: “Hemos terminado gobernados por dos Larraínes”. También es severo con los gobiernos de la Concertación y sus correligionarios, los que a su juicio han abrazado con demasiada pasión el neoliberalismo.

Tras años de silencio, Carlos Altamirano habla de la siguiente entrevista de Salvador Allende, la influencia de Fidel Castro en la tragedia Chilena y su propia responsabilidad histórica. Ad portas de cumplirse el centenario del nacimiento de Allende, el ex líder socialista cree que hoy es posible mirar la historia con mayor perspectiva. “Ha pasado tanto tiempo, pues”, dice como si él mismo sólo quisiera mirar hacia adelante.

¿Por qué dijo recientemente que el socialismo chileno, en vez de sabor a empanadas y vino tinto, hoy tiene gusto a Coca-Cola y McDonalds?

Porque ese es el gusto y el sabor del neoliberalismo norteamericano, la política que tan fielmente siguen los gobiernos de la concertación.

Usted fue líder en el proceso de renovación de la izquierda chilena. ¿Cree que hoy los socialistas se han renovado demasiado?

Se han acomodado más de lo que se han renovado.

¿Qué opina de que militantes socialistas formen parte de directorios de grandes empresas y bancos privados?

En principio, no hay razones políticas ni éticas para que un socialista no pueda ser director de una empresa, pero en mi opinión hay una salvedad: cuando se trata de firmas que tienen conflictos de intereses con el Estado. Lo que yo critico es cuando hay socialistas que figuran en los directorios de AFP, bancos o empresas de transportes solo por citar algunas que obviamente han sido designados allí para que hagan lobby a favor de esos intereses.

¿Usted firmó hace pocas semanas un manifiesto bastante crítico de la conducción de Camilo Escalona en el PS?

Coincidió con el documento. Hoy todos los partidos son manejados por cúpulas muy alejadas de la gente. Actualmente no existe ni un solo debate al interior del PS, ni antes ni después del episodio del Transantiago, ni sobre educación, salud, previsión o materias internacionales. Se pretende un partido de yes men.

¿Cree que los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet han sido socialistas?

Una vez dije en privado que el gobierno de Lagos ha sido el mejor gobierno del último siglo, pero de derecha....(risas). En realidad es una exageración: ha sido el mejor gobierno de centroderecha del último siglo.

¿También considera que el gobierno de Bachelet es de derecha o de centroderecha?

La misma jeringa con distinto bitoque, pero con faldas, lo que le agrega un plus importante. Aunque yo no coincido con ese cambio en el socialismo planetario, a nivel mundial se han producido los mismos fenómenos. Alan García en Perú, Lula y Henrique Cardoso en Brasil, Ortega en Nicaragua y Blair en Inglaterra son algunos ejemplos. Tal vez en el futuro serán considerados como adelantados en el nuevo socialismo universal. Por ello, no me atrevo a hacer descalificaciones absolutas.

¿A qué atribuye los problemas que ha tenido Michelle Bachelet en su gobierno?

Existe un alto nivel de improvisación. No se observa una dirección política clara ni sólida. Aunque a Lagos se le acusaba de autoritario, él si sabía lo que quería. Acá no. Se desconoce qué quiere el gobierno o las comisiones designadas por este gobierno.

¿Cree que hoy en día la derecha es democrática?

No, no es democrática. La derecha defiende su dinero y el lucro, nada más. Si se le tocara éste, volvería a las andanzas dictatoriales.

¿Cuál es la opinión de los díscolos en la Concertación?

Los díscolos han surgido por la ausencia de un gran proyecto de sociedad y de vida. Más que apuntar a los propios díscolos, yo responsabilizo a las fuerzas políticas y a los gobiernos que no han sabido dar motivaciones suficientes y reencantar la desprestigiada política.

Poco tiempo atrás Camilo Escalona acusó a Carlos Ominami de ser “Altamirano de Michelle Bachelet”. ¿Qué le pareció el comentario?

Un exabrupto incalificable, sin sentido de quien es presidente del Partido Socialista. Con ello no sólo pretendió ofenderme a mí, haciendo eco de las posiciones de derecha, sino que, además, ofendió a Carlos Ominani, cuando este tenía toda la razón en oponerse al proyecto de depreciación acelerada.

Actualmente se ha adelantado la carrera presidencial. En su sector hasta ahora se vislumbran dos candidatos: José Miguel Insulza y Ricardo Lagos. ¿Cuál de ellos le gusta más?

Si apareciera un personaje nuevo que estableciera una clara ruptura con lo que han sido hasta ahora los gobiernos de la concertación, yo estaría con él. Pero mientras no surja ese candidato, opto por Lagos, pese a tener una buena opinión de la inteligencia y sensatez de José Miguel. Pero, para tener más de lo mismo prefiero a quien exhibe la experiencia del cargo. Además, creo que en un segundo periodo Lagos se cuidaría mucho más, por ejemplo, en los temas ecológicos.

La política económica de actual gobierno, ¿es continuista respecto a la del gobierno militar?

Sí y no. Hay continuidades indiscutibles, como en la aceptación de la economía de mercado, la tendencia pro exportadora, la participación de capital extranjero y la perseverancia en los equilibrios macroeconómicos. Todo ello me parece positivo. Pero la actual política económica difiere sustancialmente de la del régimen militar en su rechazo a la teoría del chorreo y en la preocupación por restablecer los necesarios e indispensables equilibrios sociales y ecológicos.

¿Usted considera que los socialistas deben combatir el modelo neoliberal?

No se debe demonizar el modelo neoliberal en globo ni condenarlo por completo. Por ejemplo, la globalización de la economía y de la democracia han sido positivas.. También estoy de acuerdo con que exista un mayor orden en la política monetaria del país y que la economía en su mayor parte sea privada y no estatal. Pero hay políticas donde se han extremado las visiones neoliberales.

¿Cómo cuales?

Es inaceptable, por ejemplo, que el 100% de la previsión de la clase trabajadora sea financiada por los propios trabajadores. En ningún país de Europa ni en el resto del mundo desarrollado los trabajadores son los únicos financistas de su previsión. Normalmente ésta se financia con aportes del Estado, del empresariado y del propio asalariado. Además, todos estos fondos que hoy alcanzan a más de US$ 100 mil millones en Chile son administrados por el empresariado, lo que les otorga un poder impropio y gigantesco. Lo lógico sería que en las AFP también hubieran representantes de los trabajadores, ya que es su dinero. En educación también hay modificaciones que hacer, así como en el sistema que rige a la televisión, donde la derecha es dueña de todos los canales de TV, con la excepción de TVN, que tampoco discrepa ni entrega otra versión de la realidad.

Usted señaló una vez que los postulados de la derecha europea son progresistas en América Latina. ¿Sigue pensando lo mismo?

Si. No se trata de negar todo el neoliberalismo, sino de oponerse a extremos que no se aplican ni en Estados Unidos ni en ningún país europeo. Ni Margaret Thatcher, con su extremismo, llevó a cabo medidas como las que se dan en Chile. Ella no pudo, por ejemplo, quitarle la subvención estatal a la BBC, a diferencia de lo que aquí sucedió con TVN. Los postulados de la derecha europea pasan a ser de izquierda en América Latina. En Chile, por ejemplo, el nuevo presidente francés Nicolas Sarkosy sería un hombre de izquierda.

¿Se sigue definiendo como marxista?

Reconozco el aporte de Marx, pero éste lleva la impronte de una época ya superada: el surgimiento y triunfo del capitalismo industrial. Hoy no se puede entender la realidad universal a partir sólo de las categorías marxistas.

Entonces, ¿cómo se define?

Como un socialista renovado, democrático, humanista, libertario y moderno.

¿Por qué cambió?

La realidad nacional y mundial experimentaron transformaciones que exigen una readecuación. La receta del marxismo para la transformación social ha perdido vigencia. Ahora bien, mi cambio no es el del oportunista que busca ventajas, beneficios personales u obedecen a apetito de poder. En ningún gobierno de la Concertación yo he tenido sueldos no sobresueldos, ni deseos de figuración.

¿Cree que las coaliciones se renuevan más en la oposición que siendo gobierno?

A mi no me gustaría que ganara la derecha. Pero si eso sucede, tendría una ventaja para el PS. Ya no podría ser un partido clientista y recuperaría su centro doctrinario de partido de izquierda y del cambio social.

El ex dirigente da detalles de su relación personal y política con Allende, explica su opción por el silencio en las últimas décadas y, aunque admite una alta cuota de responsabilidad, rechaza ser el gran culpable del fracaso de la UP.

¿Por qué lleva 20 años en el ostracismo político?

Durante mi exilio tuve claro que el mundo había cambiado y por ello protagonicé, junto a otros amigos, la renovación socialista. Pero aunque lideré esa transformación, sabía que lo que venía no era el mundo al que yo aspiraba y que este sería dominado por una concepción ideológica de derecha. No estuve dispuesto a rescribir mi propia historia, ni a transitar del izquierdismo a l ultraderechismo, de las posiciones marxistas a las posiciones neoliberales. No condeno a nadie, pero para mi no me pareció ni ético ni tampoco estético.

Ricardo Núñez ha dicho que su retiro se debe a que “asumió su responsabilidad política en el desastre de la UP alejándose del poder”. Hay otra tesis que sostiene que usted no volvió a la arena política para evitar los ataques que habría recibido como la “bestia negra” de la UP.

Agradezco la buena interpretación que hace Ricardo Núñez, pero la explicación definitiva es que mucho antes de mi retorno a Chile yo sabía, y lo había dicho, que no volvería a la política. La política que a mi me atrajo fue la de los “grandes relatos”, hoy condenada sin apelación.

El historiador Gonzalo Vial escribió hace pocos años que Carlos Altamirano y “otros guevaristas” “son acreedores del respeto, el perdón y el olvido. Pero siempre que callen”. ¿Cree que el peso de la historia lo obliga a guardar silencio?

Creo que esa frase es de una pretensión y una soberbia inauditas e impropias de un hombre con mediana inteligencia. Si yo me abstuve de la participación política no es ni remotamente por lo que sostienen el señor Vial. Al revés, creo que en una sociedad sana no puede haber un trozo de ella que tenga que callar. Todos tienen una verdad y es obligación expresarla. Eso es lo que corresponde en democracia y lo que ayuda a desarrollar el debate y la cultura de un país.

¿Por qué es injusto que lo responsabilicen a usted del fracaso del gobierno de la UP?

No es solo injusto; es falso. Han pasado los años y cada vez que aparezco, se empieza a decir: “Altamirano vuelve y quiere sanearse”. ¿Sanearme de que?, preguntaría yo. No tengo nada que sanearme; yo ni robé, ni asesiné, ni torturé. ¿Acaso de haber participado en un episodio de la historia de Chile que para mí es el más trascendental y que engrandeció a la nación Chilena? Ahora, sostener que yo soy el principal responsable del fracaso de esa gran epopeya, no es más que una soberana estupidez. No admite ninguna reflexión, ningún análisis serio.

¿Qué cuota de responsabilidad asume?

Evidentemente, una alta cuota de responsabilidad, pero no soy el único. Yo ocupaba un cargo importante, era senador, secretario general del PS, amigo íntimo de Allende. Por ello mi cuota es superior a la de los otros. Pero si vamos a medir responsabilidades, uno puede preguntar: ¿Quién influía más, Richard Nixon dando la orden de “hacer aullar” la economía chilena e interviniendo abiertamente en el proceso, o Carlos Altamirano, pigmeo en la tierra? ¿Agustín Edwards trasladándose a Washington para pedirle a Kissinger que interviniera en Chile o yo? No estoy en condiciones de entrar a evaluar la responsabilidad de Nixon, Edwards o la del presidente Allende. Tuve una indudable responsabilidad en el fracaso de la UP. Y punto.

Si acotamos las responsabilidades al mundo de la izquierda, los dos principales partidos eran el PS y el Partido Comunista, que asumió una línea bastante más moderada.

El Partido Comunista sin quererlo y en parte injustamente tuvo una participación extraordinariamente negativa en el gobierno de la UP por su nombre, su historia y su condicionalidad con la Unión Soviética. Es verdad que el PC tenía una política más moderada que el PS, pero fue el partido que creó una imagen externa nefasta para el proceso chileno. Para el gobierno estadounidense lo grave era que en Latinoamérica se iba a crear una nueva Cuba, y esa nueva Cuba no la construiría el PS, sino el PC.

“Mientras yo sea el gran culpable del fracaso de Allende, todos los demás pueden dormir tranquilos” es una de sus frases más célebres. Si Altamirano no existiera, ¿quiénes serían los responsables del fracaso de la UP?

La CIA, Nixon, Kissinger, El Mercurio, los grandes empresarios, Pinochet, la derecha política, Patria y Libertad, La DC, Frei, el Partido Comunista, el Partido Socialista, yo y Salvador Allende. En ese orden.

Salvador Allende fue Presidente de la República y principal responsable del país ¿Cree que la responsabilidad que se le atribuye a usted es para no manchar la memoria de Allende?

No creo que la derecha este tratando de salvaguardar la imagen de Salvador. Incluso de la izquierda y del socialismo se evita hablar de Allende y de asociarse al gobierno de Allende, pese a que todos los que hoy están en altos cargos formaron parte de ese proceso.

¿Pero a Allende no lo critican?

No. En mí se han centrado todos los fuegos. La única explicación para ello es que a través de la historia, en toda gran derrota se busca un chivo expiatorio. Por diversas causas, yo soy el chivo expiatorio ideal y perfecto tanto para la derecha como para la izquierda.

¿Cómo era su relación con Allende? Al parecer, en lo personal era muy estrecha, pero divergían políticamente.

Eramos muy amigos, al punto en que no había una semana en que Allende no comiera en mi casa o yo en la de él. Todos los fines de semana yo iba a El Cañaveral. Esa amistad mantuvimos durante los mil días. Tuvimos discusiones, pero nunca como para decir que estábamos peleados.

¿Allende era un hombre influenciable?

Era un hombre muy decidido, valiente, resuelto y tenaz. El solo hecho de que haya sido cuatro veces candidato a la Presidencia revela la fuerza interior que lo motivaba. Lo más alejado que se ha dicho de Salvador es que fue un Presidente débil. Allende aprobó expropiar las 70 u 80 grandes industrias de este país. ¿Eso lo hace un personaje débil? Decidió expropiar tres mil latifundos, donde descansaba la vieja oligarquía chilena. ¿Eso lo hace una persona débil? La determinación de no pagarle un centavo a los estadounidenses como indemnización por la nacionalización de la minería también la tomó e Presidente de la República, lo que motivó la cruz del gobierno norteamericano.

Usted ha dicho lo que selló el destino del gobierno de Allende fue que aplicó un programa irreal para la época. Que era irreal expropiar y creer que ello no desembocaría en un conflicto armado o en un golpe de Estado. A su juicio, ¿qué es lo que llevo a Allende a suscribir un programa tan radical?

No es fácil explicárselo. Sólo puedo recurrir al contexto histórico para entender cómo Salvador se acercó a la revolución cubana y cómo termino aprobando el programa extremadamente radical de la UP. Allende no podía aprobar una propuesta de gobierno que fuera inferior a la de Radomiro Tomic, el candidato de la DC. Ambas fuerzas en disputa proponían un cambio de las estructuras de la sociedad y se valían del mismo lema “Revolución”, fuera esta con empanadas y vino tinto o en libertad. Había que diferenciarse, cuando, al revés de lo que sucede hoy, los vientos soplaban hacia la izquierda.

¿Es verdad que usted vetó a Pablo Neruda para el cargo de canciller?

Es verdadero y falso. Un día, estando en mi departamento, recibí un llamado de Pablo Neruda. “necesito hablar de inmediato contigo”, me dijo. Al llegar, me disparó a boca de jarro: “¿Cómo es posible que tu partido y tú me hayan vetado?” Allende le había dicho que el PS se había opuesto a que él fuera ministro de Relaciones Exteriores. Yo no tenía idea del tema, no habíamos vetado a nadie y sí habíamos propuesto el nombre de Clodomiro Almeida. “Mira Pablo, le respondí, ni yo ni el PS se han opuesto. Los jefes de Estado a veces buscan responsables para no asumir responsabilidades y están en su derecho. Lo que ha ocurrido es que el PS también tiene un candidato y no sabíamos que tú estabas interesado”. Y le agregué: “La única conclusión que podemos sacar es que Allende esta complicado con nombrar a un comunista como ministro de Relaciones Exteriores”. Creo que Neruda me creyó.

Patricio Aylwin, en ese entonces presidente de la DC, ha dicho que cuando se agudizó la crisis política usted fue el principal obstáculo a todas las salidas que propuso Allende, entre ellas sellar un acuerdo de gobernabilidad con la DC.

Patricio Aylwin no tiene muchas disculpas y por ello se disculpa conmigo. La DC, hasta el año 2007 se ha negado a llegar a un acuerdo con el PC. ¡Hasta hoy mantiene su fijación en contra del comunismo y del PC! Entonces cómo se atreve alguien a decir “Mire, Carlos Altamirano obstaculizó, hace tres décadas .....” Yo entiendo que Patricio quiera liberarse de ciertas responsabilidades adjudicándomelas a mí, pero eran él y especialmente Eduardo Frei los decididos a no llegar a acuerdo con la UP. Las cartas entre Bernardo Leighton y Eduardo Frei relatan todas las circunstancias y ocasiones en que la DC se negó rotundamente a realizar un pacto con Salvador . ¿Por qué no decir francamente como Leighton?: “Mi camarada Eduardo Frei se oponía”.

Se ha dicho que el 10 de Septiembre de 1973 eran muy pocos los chilenos que creían en la democracia. En ese entonces, ¿usted creía en ella?

Yo no era un ferviente demócrata. Influía en ello mi convicción de que la democracia chilena era solo formal, un tipo de dominación de la clase más poderosa. Pero sobre todo creía y continúo creyendo que la derecha chilena nunca había sido democrática, por lo que era inevitable que se produjera un golpe de Estado. Allende, en cambio, sí creía que la democracia era una limitante a una asonada militar, y ahí tuvimos grandes divergencias y más de una discusión.

¿Qué salida a la crisis veía usted en ese entonces?

Esas eran las discusiones con Salvador. Para mí la salida era una intervención más directa en la Fuerzas Armadas. Eso nos sólo significaba pasar a retiro a generales golpistas que estaban completamente identificados, sino que también dar de baja a los opositores de gobierno. En esa época después del Tancanazo de 29 de junio aún habían varios generales que apoyaban al comandante en jefe del Ejército, Carlos Prats, y otros aún más allá de Prats, respaldando el proceso. El argumento que esgrimía Salvador era bastante justificado: “Si la derecha se da cuenta de que estamos interfiriendo en las Fuerzas Armadas, me decía, van a precipitar el golpe”. Yo le decía: “Salvador el golpe vienen de todas maneras”. Creo que hubo debilidad.

¿Es efectivo que su famoso discurso de 1973 en el Estadio Chile le produjo un gran malestar a Allende?

A Allende no le gusto el discurso, porque sintió que era muy crítico.

Con la perseverancia del tiempo, ¿por qué cree usted que fracasó el gobierno de la UP?

Por haberse intentado una revolución sin armas y sin los votos necesarios.

¿Es efectivo que usted y otros dirigentes fueron a pedirle a Fidel Castro que les entregara armas para defender la revolución?

Jamás. Nunca fui a pedirle armas ni a Fidel ni a los Soviéticos ni a ningún otro gobierno. ¡Jamás! La única vez que se le pidieron armas a Cuba y no fui yo quien lo solicito, fue para el GAP, el organismo a cargo de la protección del Presidente.

Volodia Teitelboim afirmó que en determinado momento el general Prats le ofreció armas al PC.

El general Prats siempre me hizo la salvedad de que no era socialista. “No me pida que yo defienda su revolución”. Me decía. Por ello no estoy de acuerdo con lo que dijo Volodia. No sé si con la dirección comunista Prats habrá entrado en esas confianzas, pero por lo menos conmigo, jamás.

¿Salvador Allende tuvo un gobierno mediocre, pero fue su muerte lo que lo engrandeció?

El término mediocre no es justo. Sus críticos pueden decir que fue un gobierno extremista e, incluso, irresponsable. Pero no mediocre, porque tuvo una enorme influencia en el mundo y dejó en Chile una huella muy profunda. Fue un gobierno que influyó en la política Francesa, Italiana y en toda América Latina. Tampoco estoy de acuerdo con la segunda parte de la afirmación. El gesto del 11 de septiembre de Allende no fue sino el epílogo trágico y glorioso de una larga y fructífera vida política y parlamentaria.

¿Cuáles fueron, a su juicio, los aciertos y errores de la UP?

Carecemos de suficiente perspectiva histórica para su evaluación. Pero creo que el veredicto de la Historia será mucho más matizado que lo que hoy se dice. Entre los activos del gobierno de la UP figuran, sin duda, la recuperación de las riquezas básicas y la liquidación del latifundio, sin las cuales habría sido imposible la reciente modernización del país. El gran error fue no haber contado con las armas y los votos necesarios para llevar adelante la revolución.

Han pasado 33 años del fin de la UP y del golpe militar ¿Ha dejado de pensar algún día en lo que ocurrió y por qué ocurrió?

Ni un solo día.

¿Qué lo llevó de su mundo tradicional y conservador a convertirse en un admirador de la revolución Cubana?

Fue un proceso largo y difícil, aunque ni fue un acto de contrición ni de conversión. Desde mi infancia, cuando vivía en los latifundios de mi abuelo, entré en conflicto con el mundo elitista y patriarcal de entonces. Después, en el colegio conocí a Clodomiro Almeida, quien me dio las primeras lecciones de Marxismo y en la facultad de Derecho me vinculé con grandes amigos, la mayoría de Izquierda. ¿por qué siempre de izquierda? Tal vez Freud pueda explicarlo.

¿Cuanto le peso su origen social en su carrera política?

Siempre me ha extrañado el por que alguien que proviene de las capas altas de la sociedad Chilena no puede tomar el bando de la gente pobre o de los humillados y ofendidos. En cambio, los de abajo si que pueden arribar permanentemente a las capas altas. Aunque se les tilda de arribistas y siúticos, lo cierto es que para ellos no hay una mayor condena. Es lo que se llama movilidad social.

¿Y usted siente que lo han condenado por sus orígenes?

Es evidente. Si yo me hubiera llamado Carlos Machuca no habría citado esa obsesión por mi persona que hubo en derecha e izquierda.

¿Pero los ataques de la izquierda le duelen más?

Sí, me duelen más los ataques de la izquierda, por que es fuego amigo.

¿Se podría decir que la revolución cubana fue el principal factor de radicalización de la izquierda chilena?

De no haber existido la revolución cubana todo habría sido muy distinto: la suerte de mi persona, de la izquierda chilena, latinoamericana y la de Salvador Allende. Evidentemente Cuba tuvo un impacto muy grande en el mundo político. Pero hay algo en lo que yo siempre insisto: no fue sólo esa revolución lo que jugó un rol decisivo en las elites de la izquierdas latinoamericanas. También fueron los 60, década bisagra entre el fin de la época moderna y la llamada postmodernidad. En esos años se radicalizó la Iglesia Católica y por ende, se izquierdizó la DC. Eso nos llevo a nosotros a izquierdizarnos aún más para poder enfrentarla. El asesinato de Che, de Martín Luther King y de Malcom X, por ejemplo, así como Mayo del 68 marcaron profundamente a la izquierda y la radicalizaron.

¿De que forma afectó la revolución Cubana a Salvador Allende?

Es curiosos. La mayoría de los grandes líderes de América Latina de la generación de Salvador, Rómulo Betancourt, Rómulo Gallegos, Víctor Raúl Haya de la Torre, Paz Estensoro, entre otros, marcaron diferencia con Fidel Castro y fueron “jubilados” por el peso de la revolución cubana. Al único hombre de esa época que no lo ocurrió ese fenómeno fue a Salvador Allende, quien se acercó y después se hizo gran amigo de la revolución castrista.

¿Influyeron en el desenlace del gobierno de la UP las fricciones que tuvo con la revolución cubana, como la visita de tres semanas de Fidel Castro a Chile, la que se alargó más de la cuenta y molestó profundamente a Allende?

Claramente, fue uno de los factores. El alargamiento de la visita de Fidel Castro no fue positivo. Una minoría de gente de izquierda podía estar muy contenta, pero es indiscutible para el conjunto y para Estados Unidos fue negativo. Bastaba oler el ambiente y leer la prensa para darse cuenta lo perjudicial que era.

¿Usted no pensó en hacérselo ver a Fidel Castro?

No. Salvador me pidió que lo hiciera, pero no lo hice.

¿Por qué?

No es fácil decirle a una personalidad y a un jefe de Estado de la talla de Fidel “mire, ya esta bueno que se vaya”. Tampoco era yo el más apropiado para decírselo. ¿Por qué no se lo decía el ministro de Relaciones Exteriores o el propio Presidente?

Es sorprendente que siendo un hombre capaz de hablar de tú a tú con Allende y que además tenía responsabilidades en el proceso no se atreviera a hablar con Castro ¿No sería que Fidel Castro tenía mayor influencia en la izquierda chilena que Allende?

No. Solo puedo decir que yo con Allende tenía una amistad de 40 años. Con Fidel, en cambio, era una relación bastante protocolar, y aunque habíamos llegado a intimidar, no era propiamente amigo de Fidel. Sí era su admirador. No consideraba que debía ser el mensajero.

Cerca de un mes antes del golpe usted estuvo en Cuba. ¿Conversó con Fidel Castro sobre el tema?

A esas alturas todos los dirigentes políticos y jefes de Estado tenían medianamente claro lo que sucedería. Cuando fui a China y converse con Chou En Lai, el me entrego una carta donde expresaba sus temores de un inminente golpe de Estado en Chile. En las dos largas conversaciones que tuve con Leonid Brejnev también percibí, aunque utilizara argumentos distintos, que el líder soviético no tenía ninguna confianza en el destino de nuestro proceso político.

¿Qué piensa hoy de Cuba y Fidel Castro?

A pesar de sus errores continuará siendo un decisivo referente en la historia mundial.

¿Hugo Chávez llegará a ser un modelo para la izquierda latinoamericana?

Difícil. Aunque cualquiera voz disidente dela de Bus en América Latina me parece positiva, Chávez no tiene el carisma, la personalidad ni la capacidad para liderar un proceso similar al que comando Fidel. Chávez no es, ni va a ser, un segundo Fidel.

¿Le gustaría que surgiera un segundo Fidel Castro en América Latina?

No, las segundas partes nunca son buenas. Además, dados los nuevos tiempos, tampoco eso sería posible.

Por Cristián Bofill y Sara Valdés - La Tercera - 05.08.07

lunes, 13 de diciembre de 2010

Prats

Prats

También las investigaciones sobre el asesinato de Carlos Prats y de su esposa, Sofía Cuthbert, el 30 de septiembre de 1974, en Buenos Aires, contienen elementos dudosos y contradictorios de una eventual conexión con la Junta Militar chilena.

Sobre el asesinato, Pinochet refirió: "No fui yo quien lo envió fuera de Chile; esa fue una resolución propia de él. Ahora bien, yo sabía que al general lo estaban molestando. Lo llamaban por teléfono en las noches para insultarlo y amenazarlo" "Por ello le mandé un mensajero para hacerle saber que yo estaba dispuesto a ayudarlo en lo que él quisiera" "Cuando recibió el mensaje respondió diciéndome que lo mejor sería irse a la Argentina, porque había sido agregado militar allá y tenía muchos amigos en ese país" "¡Sepa Dios quién lo mató! Eso me gustaría aclararlo por muchas razones" "Siempre repiten lo mismo, que la DINA es culpable" "Sin embargo, yo no tengo mayores antecedentes. En todo caso, pienso que la muerte de Prats fue algo vil y perverso".[49]



Se confirmó, además, que el mismo Michael Townley, con el seudónimo de Kenneth Enyart, había sido el autor material del atentado. A continuación (como ya fue referido sobre el caso Letelier) le dieron la extradición a Estados Unidos, donde fue puesto bajo la protección del FBI.[50]



De esta manera quedó protegido el buen Townley, depositario de mil secretos, que no pudo ser restituido a Chile por la justicia estadounidense, ni siquiera después de un pedido formal. Al punto de permitirse contar, seguro de su propia inmunidad, cómo y por qué había mantenido bajo vigilancia la habitación de Prats, cómo había entrado en el garaje y colocado la bomba construida por él mismo. No era su deseo eso sí, dijo, el de asesinar a la esposa de Prats, Sofía Cuthbert.

Además de Townley, fueron también investigados por la justicia argentina el jefe de la DINA, Manuel Contreras Sepúlveda, Pedro Espinoza Bravo, Eduardo Iturriaga Neumann y los ex agentes de la DINA Enrique Arancibia y José Zara Holger. Se trataba de personas que, entre cientos de declaraciones contradictorias, podían haber tenido parte en el atentado, pero a quienes era imposible acusar con seguridad.[51]



En junio de 2000, con una decisión juzgada por muchos como sorprendente, la jueza argentina María Servini de Cubría (que tenía encarcelado en Buenos Aires a Enrique Arancibia) ordenó la excarcelación de Juan Martín Siga Correa, otro agente de la DINA, que estaba arrestado desde hacía algún tiempo. Los motivos de aquella decisión había que relacionarlos con el hecho de que Siga Correa podría haber actuado también por cuenta del SIDE, servicio secreto argentino que estaba en constante contacto con un movimiento internacional denominado Triple A.[52]



Al mismo tiempo, después de un interrogatorio en el cual María Servini de Cubría interrogó a los ex militares chilenos José Zara Holger y Eduardo Iturriaga Neumann , las investigaciones sobre el caso Prats se extendieron a la esposa de Townley, Mariana Callejas, residente en Chile.[53]



La sustancia de dichos interrogatorios era impresionante. Como lo revelado de inmediato por El Mercurio, "las declaraciones de José Zara Holger acusaban abiertamente a la CIA de estar implicada en el homicidio de Prats". Palabras de fuego las de José Zara Holger, que fueron repetidas tanto a la argentina María Servini de Cubría como al juez chileno Joaquín Billard.[54]



Apoyada por dichos resultados, María Servini de Cubría y Joaquín Billard interrogaron (mejor dicho en una conversación sin valor judicial, como precisaron) al ex general Sergio Arellano Stark, quien en 1973 había dirigido la "caravana de la muerte". Otros interrogatorios fueron hechos en Santiago al general Manuel Contreras Sepúlveda, ex jefe de la DINA, y a su colaborador Pedro Espinoza Bravo. En la ocasión fue confirmado que Michael Townley, durante una conversación en Estados Unidos, le había confirmado a la jueza María Servini de Cubría haber sido el ejecutor material del asesinato de Prats. Pero como Townley, en sus tráficos de doble juego, estaba relacionado tanto con la CIA como con la DINA, la señora María Servini de Cubría, quizás por el protagonismo que está presente en muchos representantes públicos, decidió extender la investigación a Pinochet, bajo la conocida fórmula "no podía no saber".[55]



Y de hecho, en mayo de 2000 María Servini de Cubría le hizo saber al diario La Nación que se encontraba en la necesidad de interrogar a Pinochet sobre la muerte de Carlos Prats y de su esposa.[56]


Si bien, agregó enseguida, se estaba en una situación embarazosa porque de hecho existían importantes secretos de Estado impuestos por Estados Unidos.[57]


En otras palabras, no estaba en condiciones de conocer los hechos, porque estos estaban cubiertos por secretos internacionales, ¡pero relanzaba las acusaciones y pretendía incriminar!

Según las fantasiosas deducciones de María Servini de Cubría, no solamente los asesinatos de Prats (en Buenos Aires) y de Letelier (en Washington) sino también el atentado a Leighton en Roma (sobre el que se hablará más adelante) eran parte de un único plan criminal organizado por la DINA chilena, dentro del llamado Plan Cóndor.[58]



Y esto no es todo. El 5 de octubre de 2000 la magistratura argentina declaró que no era posible aplicar la prescripción de la ley en el caso del homicidio del general Carlos Prats y de su esposa Sofía Cuthbert, porque dicho homicidio, según una extravagante opinión de los jueces de Buenos Aires, se debía calificar como crimen contra la humanidad y por lo tanto no sujeto a prescripción. [59]



Argentina se reservaba, por lo tanto, pedir a Chile la extradición de Augusto Pinochet, de Manuel Contreras Sepúlveda, de Eduardo Iturriaga Neumann, de José Zara Holger y de Pedro Espinoza Bravo y de pedir a Estados Unidos la extradición de Armando Fernández Larios y de Michael Townley. Estaba detenido en Buenos Aires, como ya se ha dicho, Enrique Arancibia Clavel, para quien, si bien había sido excluido por el mismo Townley, la fiscalía pública pedía la cadena perpetua.[60]



Inmediata fue la apelación presentada por Augusto Pinochet, quien negó la posibilidad de clasificar un caso de homicidio como crimen contra la humanidad y que pedía por lo tanto la prescripción que, según la ley argentina, se aplica después de 15 años del hecho.[61]



El caso se volvió aún más complicado cuando el 24 de octubre de 2000 el diario chileno El Mostrador reveló que Carlos Altamirano le había dicho a Carlos Prats, un mes antes, que su vida estaba en serio peligro.[62]



¿Cómo podía Altamirano, líder de la izquierda más intransigente, conocer ciertas cosas? Misterio. Por otro lado, el periodista Federico Willoughby revelaba que había sido avisado con anticipación por el general Pedro Ewing del probable asesinato de Carlos Prats.[63]



El 27 de octubre el magistrado argentino Juan José Galeano renovó el pedido de extradición de Pinochet.[64]



Desde Santiago el magistrado de la Corte Suprema le respondió que el pedido era inaceptable.[65]



El 18 de noviembre de 2000, en Buenos Aires, Enrique Arancibia Clavel, si bien fue excluido por Townley sobre la muerte de Prats y de su esposa, fue condenado a cadena perpetua.[66]


Sus defensores presentaron un recurso afirmando que la sentencia era arbitraria, sin fundamento y por lo tanto debía anularse.[67]



El pedido argentino de extradición del ex capitán chileno Armando Fernández Larios, residente en Estados Unidos, cayó en el vacío. Y una cierta indiferencia encontraron en Chile los pedidos argentinos para interrogar a las dos ex colaboradoras de la DINA Luz Arce y Marcia Merino, quienes después de 1973, inicialmente arrestadas por actividad subversiva, habían entrado a formar parte de la policía secreta del régimen militar.[68]



Desilusionados frente a tantas dificultades, los magistrados argentinos, esta vez por iniciativa del juez Rodolfo Canicoba Corral, decidieron seguir otras pistas y ampliaron las investigaciones a todas las naciones que participaron en el Plan Cóndor, en el cual, insistieron, se encuadraba el caso Prats. Pedían así la extradición del ex dictador paraguayo Alfredo Stroessner, que desde 1989 estaba en condición de exiliado político en Brasil, y de los ex oficiales paraguayos Francisco Brites y Néstor Melcíades. A estos se agregaban los ex militares uruguayos Julio Vapora, Jorge Silveira, José Nino Gavazzo, Manuel Cordero y Hugo Campos Hermida. No contentos con ello, incriminaron al militar y ex presidente argentino de facto Jorge Rafael Videla (en el poder desde 1976 hasta 1983), al ex general Carlos Guillermo Suárez Mason y al ex ministro del interior Eduardo Albano Harguindeguy. Videla, que estaba bajo arresto domiciliario, comunicó el 20 de junio y el 16 de agosto que no hablaría con el magistrado que lo investigaba.[69]



La única prueba en las manos de Rodolfo Canicoba Corral era una carta del 25 de septiembre de 1975, en la que Manuel Contreras Sepúlveda le agradecía al jefe de la policía de Paraguay "por la colaboración en completar la misión". Misión que, según las deducciones del magistrado argentino, consistía en el secuestro en Paraguay del terrorista Jorge Isaac Fuentes Alarcón, después desaparecido.[70]



Toda la teoría en que se basaban las investigaciones argentinas a propósito del Plan Cóndor (y por lo tanto del asesinato de Prats) fue desmentida en abril de 2001 por el abogado chileno Juan Carlos Manns, defensor de Manuel Contreras Sepúlveda, según el cual el plan internacional no era otra cosa que "un intercambio de información" entre las policías, similar al que existe entre todas las policías conectadas a la Interpol: cosa más que justificada en los años '70, cuando la ola de terrorismo y subversión generada por Moscú se desarrollaba a nivel planetario y sacudía a América Latina.[71]



Pero esto no desanimó al juez Rodolfo Canicoba Corral, quien en mayo de 2001 decidió llegar hasta donde consideraba que estaba la fuente del mal: Estados Unidos. Así, tras haber perdido el sentido de la medida, Canicoba pidió interrogar como "presunto cómplice" del Plan Cóndor al ex secretario de Estado Henry Kissinger, que ni siquiera se tomó el trabajo de responder a dichas acusaciones.[72]


Canicoba no se rindió y dos meses después, hacia finales de julio, renovó el pedido. Esta vez, un anónimo funcionario de la Casa Blanca reaccionó definiendo como "infundadas y ridículas" las pretensiones de la magistratura de Buenos Aires , en un momento en el cual la Argentina tenía otros problemas muy serios que enfrentar, a causa de una grave crisis económica: "Es inaceptable que un ciudadano de Estados Unidos", comentó la Casa Blanca, "pueda arriesgarse en un proceso en el exterior consecuencia de presiones claramente políticas".[73]



Quizás celosa de la notoriedad que había alcanzado el colega Rodolfo Canicoba con su ataque a Kissinger, María Servini de Cubría se puso también en evidencia pidiendo el arresto y la consiguiente extradición a la Argentina de Augusto Pinochet, en relación con el asesinato de Prats y su esposa. También tuvo poca suerte dado que no existe un tratado de extradición entre los dos países, motivo por el cual el ministro de la Corte Suprema chilena Jorge Rodríguez Ariztía rechazó el pedido.[74]



El desfile de los magistrados argentinos continuó (en teoría, para descubrir la retroescena del caso Prats, pero en realidad intentando reescribir la historia mundial de los años '70) con la incriminación, por parte de María Servini de Cubría, de un enésimo hombre de la DINA, Christopher Willke Floel, que se agregó a la larga lista de los indagados.

Para todos la acusación era de "asociación internacional para cometer delitos", obviamente como "crímenes contra la humanidad".

Las pruebas, segón la señora Servini de Cubría, eran tres. Un cierto Carlos Hernán Labarca Sanhueza, chofer de Pinochet, había oído que su jefe expresaba que Prats era un hombre peligroso. Ingrid Olderock, ex agente de la DINA, muerta hace poco, había visto a algunos oficiales de la DINA expresar su alegría por la muerte de Prats. Y el locuaz investigador estadounidense Eugene Propper (ya citado a propósito del caso Letelier) había notado que Manuel Contreras Sepúlveda "temía" que Prats pudiera publicar un libro de memorias. Esto era todo.[75]



El caso Prats, como se ve, muestra todas las características de los casos judiciales destinados a permanecer en vaguedades. La única nota concreta fue la fácil notoriedad alcanzada por algunos magistrados.

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