"Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos."

"Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos."

La violencia es el miedo a los ideales de los demás. La humanidad no puede librarse de la violencia por medio de más violencia. No me gusta la palabra tolerancia pero no encuentro otra mejor. Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena. La verdad jamás daña a una causa justa. Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en èl. Un país, un civilización se puede juzgar por la forma en que trata a los animales. Los medios impuros desembocan en fines impuros. La verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo. ¿Que otro libro se puede estudiar mejor que la Humanidad?

Todo lo que se come sin necesidad se roba al estomago de los pobres. Los grilletes de oro son muchos peor que los de hierro. El que retiene algo que no necesita es igual al ladrón. Casi todo lo que realicé es una insignificancia, pero es muy importante que lo hiciera. Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia. El capital no es un mal en sí mismo, el mal radica en el mal uso del mismo. Gandhi


lunes, 26 de abril de 2010

La intrepidez del general Andrusco.



"Fue el protagonista de una jornada de lucha en contra del delito. No se trata de un actor de película, sino de un general de Carabineros.

La historia.
Un antisocial tuvo la mala idea de cometer un atraco rápido (rompió el vidrio de una camioneta en que viajaba una mujer sola, y le arrebató su cartera) frente a las narices de un uniformado, que conducía una camioneta para uno de sus jefes.

Ni en el alto grado de su carrera y dando un ejemplo saltó de su vehículo para perseguir al ladrón por la vía férrea.
Todo ocurrió alrededor de las 11.00 horas cuando el oficial - vestido con buzo deportivo y zapatillas- viajaba en su automóvil fiscal, conducido por el cabo 2º Marco Guzmán Navarrete. Su intención era llegar a Concepción para andar en bicicleta, deporte que acostumbra practicar. Iba por la Avenida Costanera y, a la altura de Avenida Inglesa, observó a un individuo en actitud sospechosa, que en unos segundos cometió el ilícito.
Claro que no contaba con la actitud profesional del oficial, que vigila en todo momento.
Tanto el oficial como el cabo, siguiendo sus órdenes, se lanzaron a perseguir al delincuente con la intención de detenerlo. Pronto les salió al paso otro individuo y con el primero atacó a los carabineros. “Nos tiraban ‘peñascos’, sin dejar de correr”, contó el alto oficial. A ninguno de los héroes de la jornada les importó y no cedieron: continuaron la acalorada carrera por más de 200 metros, en plena vía férrea.

El oficial volvió raudo a su vehículo, ordenó un operativo por teléfono y continuó sobre ruedas la persecución, con la firme intención de cortarles el paso a los ladrones. Llegó al sector Costanera, donde lo esperaban media docena de oportunos motoristas, dos furgones y más contingente policial.
El oficial nuevamente abandonó su auto y continuó corriendo, pues “tenía plenamente identificados a los delincuentes”.
Uno fue reducido a la brevedad. Los efectivos, realizaron de inmediato una operación rastrillo, encontrando al antisocial oculto al borde del río, tras unas piedras.
Es de imaginar la sorpresa de los malhechores ante un despliegue de tal naturaleza, dirigido por un hombre vestido con buzo deportivo y zapatillas.
“Es que pasé muchos años en operativos”, se excusó modestamente el oficial. Se trataba nada menos que del jefe de la Octava Zona, Iván Andrusco Aspe, tranquilamente se fue a pedalear como había previsto. Resaltó, eso sí, la labor de su equipo. “Es gratificante ver cómo reaccionó el personal, que actuó con gran entusiasmo y coordinación”, indicó.

Alma de carabinero

La conductora de la camioneta asaltada , estaba impactada.
No sólo por el robo, sino por su oportuno defensor. Comerciante de 43 años, prefirió mantener su nombre en reserva, pero no cesó de agradecer a Carabineros porque “estuvieron fantásticos. Yo con el ‘pencazo’ casi ni me moví, pero cuando vi a estos hombres que corrían tras el ‘mocoso’, me bajé de la camioneta. ‘Agárrenlo’, les gritaba, sin tener idea de que era el general”, contó aún nerviosa por el incidente. “Estoy tan agradecida.

El general demostró que tiene alma de carabinero. Yo lo vi correr, no se limitó a dar órdenes, sino que partió no más”. Realizó la denuncia pertinente pasado mediodía, en la Primera Comisaría de Concepción. Otra que estaba encantada con lo ocurrido fue la líder de la agrupación penquista de mujeres asaltadas, Macarena Arrivillaga Robert. “Es que lo encuentro fantástico”.

Fuente

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