El asesinato del Honorable
Senador señor
Jaime Guzmán Errázuriz.
El alevoso crimen que marcó el comienzo de la decadencia del FMR comenzó a tejerse a inicios de la década de los noventa, en medio de un acelerado proceso de descomposición de la organización.
Como consecuencia del fuerte golpe recibido en el poblado Los Queñes, el más duro para los terroristas, el que produjo en octubre de 1988, luego del estreno de la " Guerra Patriótica Nacional", y en que el líder del grupo, Raúl Pellegrín Friedmann, perdió la vida tras la toma del poblado. El reemplazo al mando del FMR fue asumido por Sergio Galvarino Apablaza Guerra, "alias Salvador".
También influyeron en este proceso de descomposición de la banda político-delictiva los reiterados y constantes cuestionamientos acerca de las políticas que se estaban implementando. El FMR inicio en diciembre de 1990 un proceso de "Consulta Nacional" entre sus bases, a fin de poder definir en conjunto las políticas y estrategias a aplicar, considerando no sólo los reveses sufridos, sino también el nuevo escenario político que se estaba viviendo con motivo de la salida de Pinochet del poder y del advenimiento del nuevo régimen "democrático" bajo el mandato de Patricio Aylwin.
Por entonces, dos sectores al interior del grupo terrorista pugnaban por imponer sus posturas. Por una parte, un sector aglutinado por frentistas históricos sostenía que la Banda terrorista ya no contaba con apoyo en la base social y que en consecuencia el camino lógico era el de replegarse y tratar de convertirse en un movimiento político, y por otra parte estaban los mandos intermedios y una parte de los "comandantes" que eran partidarios de continuar con la política militar tradicional de la banda delictiva y en consecuencia retomar la fallida "Guerra Patriótica Nacional".
Partidarios de esta última opción eran Juan Gutiérrez Fischmann, alias "el Chele", segundo en la línea de mando y Mauricio Hernández Norambuena, alias "Ramiro", tercero en la jerarquía. Cabe resaltar la fuerte ascendencia que "el Chele" tenía sobre "Ramiro".
En medio de ambas facciones estaba Sergio Galvarino Apablaza, alias "Salvador". Según un terrorista escindido de las filas del FMR, Apablaza seguía siendo el líder máximo de la organización, pero tenía problemas personales y su autoridad estaba severamente mermada por nuevos elementos que habían copado la dirección del aparato.
Sergio Galvarino Apablaza. alias "Salvador", representaba a los comandantes históricos del FMR, formados como oficiales en las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas (FAR), más disciplinados y jerárquicos que los cuadros que habían asumido posiciones de mando luego del quiebre de 1987. En contraposición, la nueva hornada de delincuentes se sentía mejor representada por hombres como Mauricio Hernández Norambuena, alias "Ramiro", un terrorista formado en el país y que ingresó al aparato sólo en 1984.
En febrero del año 1991, culminó el proceso de consulta. El balance final arrojó el siguiente resultado: tres jefes terroristas
manifestaban su voluntad de replegarse, los dos ya indicados decidieron continuar la línea militar de la Guerra Patriótica Nacional y en un punto intermedio estaba Sergio Galvarino Apablaza alias "Salvador", cuya posición fue más bien ecléctica o equidistante de ambas.
Debido a la situación de relativa equiparidad en las posiciones y con el objeto de evitar una nueva división al interior de la organización, Apablaza "alias Salvador" decidió redactar un documento final con la postura definitiva de la organización, que sería analizado en un nuevo encuentro convocado al efecto.
Según un ex terrorista, hubo otro delincuente miembro de la cúpula del FMR al momento de esta disyuntiva que vivió también en Cuba hasta 1994. Se trataría de Iván Figueroa Araneda, "alias Gregorio", un ex suboficial de la FACH partidario de dejar las armas, por entonces cuarto en la línea de mando. Según esta fuente, en 1995 Figueroa habría sido asesinado por otros delincuentes frentistas, acusado de ser un traidor.
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