Es conocido que durante el GM de Chile, sí hubieron atropellos a los DD.HH., e inmerecidamente se han recabado los hechos acaecidos para la exclusividad de ellos, la izquierda, y estos como las únicas víctimas. Cuando la realidad nos demuestra que también existieron otros perjudicados, tanto en los miembros de las FF.AA., y de Orden como entre los comunes ciudadanos.
En la lucha en contra del terrorismo, asesino, despiadado, que no se mide en sus alcances ni en los resultados y dramas que se desprenden de su inhumana violencia, es evidente que al juzgar a luz de la normalidad, se violan derechos humanos, es cuestión de repasar la política de Colombia, de EE.UU, de Perú, de Inglaterra, de Filipinas, de Israel, de Egipto, etcéteras, en todos esos lugares, hoy los terrorista parecieran ser "inocentes palomas"y, sus represores feroces verdugos.
En el fragor de la lucha antisubversiva y, aunque aquellos que sea ven envueltos en las luctuosas situaciones de ser implacables y duros, cometan delitos y acciones que no podrían ser considerados aceptables, existen situaciones y razones que obligan a reconocer que al combatir el terrorismo se hace dentro de un contexto que el mismo terrorista y el sedicioso colocan. Estos delincuentes buscan ser víctimizados, es parte de la estrategia del terrorismo. No sólo se trata de dañar materialmente al "enemigo", sino que también desmoralizarlo y demonizarlo, además de toda la propaganda que pueden obtener.
Por lo tanto no se podría poner a la Orden de la Caridad ni a su directora a combatir a terroristas, sádicos y fanáticos. La lucha antisubversiva y en contra del terrorismo es algo más compleja y dura que combatir la delincuencia común, es obligado y se necesita contar con agentes especializados, hombres de carácter, audaces, valientes, y dispuestos a ofrendar su vida si es necesario, para así triunfar en sus objetivos, beneficiando con paz y seguridad a la sociedad.
Sin desmerecer ni descalificar, la preocupación genuina de algunos de los que abogan por DD.HH., debemos estar alertas y ciertos, que la mayoría de los que defienden "los derechos" de los terroristas, son izquierdistas que asumen esta tareas con el sólo fin de ver completados los fines de las acciones terrorista y la sedición.
Reafirmo que como cristiano y pleno de convicciones provenientes de ser un ardiente defensor del Evangelio de Jesucristo, que en este asunto quienes han procedido mal y proceden mal son los terroristas, los extremistas y en caso particular de nuestro país...es la izquierda
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Los señores izquierdistas reprochan abiertamente y con sorna que invoquemos nuestra condición de humanistas y cristianos frente al asunto de los DD.HH. Me atrevo a ejemplarizar con profunda humildad y sinceridad que: cuando el Salvador fue crucificado dos ladrones le acompañaron, probablemente patriotas judíos, pero no obstante el hecho...uno tenía fe en que se salvaría con Jesús [Dimas], el otro [Gestas] se burlaba y reprochaba a Jesús del porque no usaba su poder para liberarse de sus enemigos que los crucificaban, a saber los romanos. De este último pueden ser análogamente identificados los mismos que hoy se cuelgan del nombre de Jesús para burlarse apuntar y despotricar en contra de sus Enseñanzas y por supuesto en contra de todo cuanto aseveramos y de nuestra participación en la política y en la defensa del legado histórico que heredamos del GM.
No necesariamente por ser cristianos podemos dejar de tener nuestro punto de vista y la convicción de estamos apoyando lo justo, es mas, al igual que [Dimas] creemos y tenemos fe en el Señor. El derecho a defender la libertad y la democracia no son incompatibles con nuestra Fe, por lo contrario es un derecho y obligación inalienable a nuestra condición de cristianos defenderse del totalitarisno que indefectiblemente es la esencia del izquierdismo. Al César lo que es del César y Dios lo que es de Dios.
En el derecho a luchar en contra de la izquierda opresora, asesina y despiadada, nuestro enfoque no esta dirigido hacia las personas que apologizan de tal doctrina, sino que la descalificación apunta precisamente a la ideología izquierdista y aquellos que solapadamente ocultan su condición de terroristas y por consecuencia son apologistas de la violencia y el crimen.
Podemos convivir con la izquierda, pero concientes que hay que mantenerla a raya y cuidándose de sus acciones y acechanzas. Principalmente por lo innatural de sus planteamientos y la mentira que ella encierra.
Valga reiterarlo: La izquierda chilena es la única y exclusiva responsable de las violaciones a los DD.HH., ocurridos. El que maquiavélicamente hayan manipulado las situaciones, que han sabido aprovechar y usar los espacios y campos especialmente el mediático y, que hayan embelesados a ciertos políticos plenos de pusilanimidad, es otro cuento.
Pero desde siempre, y que no vengan a estas alturas de la historia a hacernos creer sus historias entre otras, Santa María, Ranquil, Pampa Irigoren como ejemplos, las situaciones violentas vienen a ser el resultado de hipócritas truculencias izquierdistas, ciertamente y no se niegan los hechos, las situaciones pudieron manejarse de forma menos inquisitivas o con más racionalidad, pero el punto es que nada sucede al azar, y la izquierda contempla con todos sus alcances, como provocar exasperar y motivar al cien por ciento las respuestas violentas, para que una vez que la "carne de cañón" es reprimida, ya que los dirigentes siempre terminan escondidos o en la clandestinidad, puedan resultar las mayores cantidades de muertos y heridos.
Existen una ley de amnistía y una institucionalidad que no se ha respetado, se ha quebrado el Estado de Derecho, y los juicios establecidos en contra de los miembros de las FF.AA., y de Orden y otros servidores del Estado, vienen a representar una flagrante violación de los DD.HH.
Y esto llega a ser peor que los acaecido anteriormente, ya que si bién es cierto las historias y relatos de los hechos resultan dramáticos en la mayoría de los casos las víctimas estan muertas, y resulta difícil establecer alguna reparación al respecto. Mientras que a los encarcelados injustamente, sus derechos han sido pisoteados estando casi todos retirados, sin deberes ni tareas que los vinculen a los hechos anteriores, inermes y expuestos al arbitrio de quienes detentan el poder político. En "plena democracia" y contraviniendo la Ley, funcionarios públicos prevaricadores, burlando la Ley han procedido de tal manera, que han rebajado hasta lo más profundo las instituciones del Estado,
¿Será por casualidad que el sistema judicial chileno no ofrece garantía alguna para enfrentar y castigar la delincuencia la delincuencia? ¿Será simple casualidad que la corrupción abarque de la A a la Z la burocracia administrativa del Poder Ejecutivo? ¿ Y que decir del Poder Legislativo? Principal responsable del escandaloso trato que se le ha dado a la cuestión de los DD.HH., fueron los Honorables los que por ambiciones personales y ningún sentido del servicio a la Patria evadieron asumir la responsabilidad histórica que les corresponde para dirimir y terminar políticamente una parte de nuestra historia que nos mantiene dividos.
Es probable que con el advenimiento del señor Piñera y una recomposición del Congreso podamos avizorar un real cambio y el país pueda retomar la ruta de la "conciliación" (no reconciliación) y en entendimiento que cicatrice las heridas abiertas, que volvamos al Estado de Derecho, y que se aplique justicia y perdón para quienes ciertamente y sin dudas se lo merecen...a saber nuestras FF.AA., y de Orden
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