Los izquierdistas nos quieren convencer que el comando del señor Piñera trata de establecer temas análogos entre la candidatura de este y la de aquel Barack Obama, que lo llevó con éxito a ser presidente de los Estados Unidos. Si así fuera, ningún votante con dos dedos de frente se dejaría convencer por tamaña brutalidad.
Que se dan naturales parecidos es cierto: Piñera u otro candidato que se opongan a la izquierda y su "concertación", encarnan un "cambio" para Chile, lo mismo que Obama ofreció en su momento cuando era candidato. Otro notorio parecido es que el señor Piñera tiene que hacer todos los esfuerzos posibles por mostrarse como un hombre espontáneo, simpático y telegénico, ya que el candidato del oficialismo esta muy, pero muy lejos de alcanzar estas características propias de los ganadores, como fue el caso de Obama...
Es evidente que en caso del comando del señor Piñera se ha hecho despliegue de todos los soportes digitales para apoyar al candidato, utilizando en gran medida el modelo de la campaña de archivos digitales pegados en la Internet (Podcast) que implementara exitosamente Obama. pero simplemente son las señales de "nuevos tiempos".
Vale decir usar la tecnología y la computación para hacer campaña. Es decir ponerse a la altura de la modernidad para hacer campaña, llegando de esta manera a todos los rincones sociales dándole sentido a sus propuestas que pueden ser analizadas tranquila y detenidamente.
Y ese es el gran temor de los izquierdistas, que el candidato seduzca y encante a un gran número de chilenos especialmente los jóvenes que utilizan y participan de estos revolucionarios medios de comunicación.
La izquierda puede especular, puede acusar de ser malos imitadores a quienes se les oponen, pero lo cierto es que las diferencias con el cambió que ofreció el actual presidente estadounidense se dejan ver por si mismas. Así es que lo que hagan los estrategas por la campaña del "cambio" en Chile, obedece a una realidad, y la relación con el "cambio" de los del norte no existe, es pura casualidad.
Y hay que hablar claro, el "Cambio" que nos ofrecen el o los candidatos que se oponen a la izquierda "coludida" y su "concertación", pasan obligadamente por acoger la reacción de un pueblo chileno cansado, empalagado, fastidiado de gobernantes corruptos coludidos con los grandes monopolios y grupos económicos de nuestro país, izquierdistas que se han hecho ricos y que se han desentendido de sus deberes y de los compromisos que adquirieron cuando la ciudadanía les otorgo su confianza.
Aunque parezca un contrasentido, pero nos encontramos entre candidatos "empresarios", dueños de bastas fortunas, ligados por mucho tiempo a grandes empresas del país, así es que ninguno de ellos puede desentenderse que a esta elección llegan emparejados a enfrentarse a los electores. Los que los hace diferenciarse es simplemente la trayectoria y las propuestas de los sectores políticos que representan.
La oposición a la izquierda es el "Cambio", derrotarla será poner en práctica el "Cambio".
Los izquierdista y sus comparsas se han pasado 20 años mintiendo y hablando de cambios y mejoras sociales, especialmente para aquellos más desposeídos, y hemos visto que ha sido lo contrario, el país esta peor cada día.
Gran tarea le espera a quien derrote a Frei, pero no será tan difícil, el "cambio" en gran medida significa volver a la sana política, a la honradez en el trabajo de quienes administran el gobierno del Estado.
El "cambio" significa volver recursos y medios hacia los más urgidos. El cambio viene a significar poner las cosas en su lugar y hacer respetar las instituciones, simplemente hacer trabajar la Ley para que ella favoresca a todos los chilenos, que no este esta al servicio de grupos económicos o determinados sectores políticos y esto no sera difícil porque a las claras existe la voluntad.
Quién sea el que derrote a la izquierda, hará historia, los chilenos estamos ansiosos por cambiar el rumbo, 20 años han sido más que suficientes. Y por cierto los izquierdistas deben tener la seguridad que en esta cuestión del "cambio" no existen analogías, somos una nación diferente, nuestra cultura, nuestras tradiciones, tan vapuleadas por la izquierda aunque no les guste, estan presentes, y 20 años no las han borrado, somos muchos más que aquellos que las niegan.
A sumar y no restar por el "cambio"
Ref: Piñera
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